viernes, 23 de mayo de 2008

IES EUSEBIO DA GUARDA: Relatos de terror

Relato de terror

Me hallaba yo tranquilamente en mi habitación haciendo unos aburridos ejercicios de matemáticas cuando de pronto, escuché un extraño ruido procedente del pasillo. Me apresuré a toda prisa al pasillo “¿serán mis padres? Tienen que estar a punto de llegar” pensé. La respuesta estaba al otro lado de la puerta, la abrí, pero allí no había nadie. “Riiiiing” sonó el teléfono. Era mi madre que me llamaba para decirme que ella y mi padre se retrasarían un poco debido al trabajo. No, justo hoy no. Tenía cada vez más miedo, al final decidí que lo mejor sería encerrarme en mi habitación y poner el televisor a todo volumen para no escuchar nada. Pero a medida que aumentaba el volumen de la televisión más aumentaba un ruido nuevamente procedente del pasillo. Abrí la puerta y allí no había nadie. Harta ya de tantos ruidos me dispuse a ir a la cocina puesto que es la primera habitación de la casa. Miré en todas las esquinas de la cocina, pero no encontré nada.
Hice lo mismo con el resto de las habitaciones hasta que me detuve bruscamente al descubrir que en la habitación de mis padres había algo paranormal. ¿Pero el qué? Me acerqué ligeramente hacia la cama y con un fino hilo de voz, el único que me salía en aquel instante y dije “hola” nadie contestó pero yo sentía una extraña presencia conmigo. En ese momento algo me rozó y lo extraño era que no había nada a mi alrededor. Salí corriendo pero ya era tarde, me había atrapado, agarraba fuertemente mi pierna agotando cualquier posibilidad de escapar. Pero gracias a un gran esfuerzo conseguí liberarme de esa bestia. Fui a toda prisa a mi habitación, cogí una hoja y me puse a escribir esta historia, pues sé que nadie me creerá.
Pero yo lo tengo que intentar. Ahora solo escucho pasos, cada vez más y más cerca. ¡NO! ¡Esta ahí! “¿Qué quieres de mí? ¿Qué he hecho? ¿Por qué me haces esto? ¿Qué

Dayren Mosquera Suárez
2º B IES Eusebio da Guarda

RELATO DE TERROR

Anochecía en la ciudad londinense, mientras una chica de apenas dicisiete años caminaba apresurada por laas calles de Londres. Su nombre era Lucía.
Lucía hacía siempre el mismo trayecto todos los días, pero aquel día era diferente, no sabía exactamente el qué, pero aquello que fuese cambiaba radicalmente las cosas.
El suspenso en matemáticas no les hizo gracia a sus padres. Sus padres cambiaron todo le mandaron a cleses particulares, le sacaron sus cleses de fútbol, etc.... Eso no le hizo gracia.
Pero quería ir y haía todo lo que fuera para ir. El miércoles a las 16:01 se escapó por la ventana con su bolsa y sus tacos. Cuando llego allí estaban sus padres. Unas personas altas y con botines blancos y con sus gafas de sol en el coche. Se asustó por ver allí a esas personas. Contaba cuatro.
Estaba todo su cuerpo impecable y brillante. Estaban completamente aseados.
Parecía que estuvieran disecados o disfrazados y así era. Al parecer, eran sus amigos de su antigua ciudad disfrazados de sus padres.

Lorena Regueira 2º B

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para Lorena: ¿Cómo es posible que contara cuatro padres?¿Cómo es posible que estuvieran disecados y disfrazados? El relato es un poco absurdo, o bien no has sabido explicarte correctamente.