viernes, 23 de mayo de 2008

IES EUSEBIO DA GUARDA: Lendas galegas

A Cova do rei Centolo

En Supena, cerca de Mondoñedo está esta cueva. Sus leyendas hablan de fadas, encantos, tesoros y mouros que los guardan. Centollo gobernaba en tiempos por aquellos lugares en una ciudad que se llamaba Bría. Tenía grandes riquezas y una hija muy hermosa que se llamaba Manfada querida por nobles y plebeyos por sus bondades. Muchos príncipes y grandes señores acudían a rendir visita al rey para ver si podían casarse con su hija pero Centollo no tenía prisa por casarla, ni la princesa por casarse. Sus pretendientes eran hombres rudos que habían ganado su fama y posesiones con la guerra, la sublevación o el asesinato lo cual no aumentaba su valía a los ojos del rey.
Una mañana llegó a Bría un joven conde acompañado de unos pocos escuderos. Entre éstos había jóvenes y viejos para los cuales tenía una palabra amable y todos hablaban bien de este conde. Se hizo simpático a los ojos de la princesa y de su padre. Pero al poco llegó otro cortejo con gran acompañamiento de hombres de armas que acampó en la plaza como si fuera tierra conquistada.
El jefe, hombre cruel y ya mayor envió un mensaje a Centollo exigiendo la mano de su hija para el rey Tuba de Oretón añadiendo que si no era atendido asaltaría el castillo. El joven conde se ofreció al rey para luchar contra este energúmeno por el amor de la princesa y confiando en que las buenas fadas le ayudasen en su esfuerzo.
Pero Tuba era un brujo; sabía que no era rival en buena lid del joven conde y reunió a sus consejeros, también brujos, para lanzar un encanto para vengarse de Centollo. Hubo un trueno, un gran estruendo y la ciudad se derrumbó sobre las buenas gentes de Bría. Todos perecieron.
El conde, que estaba velando las armas, saltó sobre su caballo y atacó al rey brujo al que atravesó con su espada. Al volver al castillo vio que en su lugar había una gran cueva. Entró en ella y sólo encontró grandes piedras y fantásticas columnas pero Brías había desaparecido.
Desde entonces, en la cueva hay un encanto, una princesa rubia que puede ser vista al amanecer por el mortal de corazón limpio que pase por allí. Si puede desencantarla será dueño de sus riquezas, pero si falla, será devorado por un monstruo que vive en la cueva.

ENRIQUE COUCEIRO MARTÍ
3º D

Santa Mariña d'as augas santas

Santa Mariña es una de las santas gallegas más antiguas y de las más veneradas. Fue hija de Teóbulo, prócer romano, gobernador de Antioquía de Limia, villa hoy sumergida, y en la que nació la santa gallega en el siglo II a.C., durante la dominación romana. El padre entregó a la niña a los cuidados de una criada campesina, que era cristiana y que en esa fe educó a Mariña. Cuando el padre se enteró, la repudió y la abandonó a su destino en la aldea con la aya. Mariña era muy hermosa y el prefecto romano Olibrio intentó seducirla, aunque sin éxito. Indignado y sabedor de la fe que profesaba la joven, la encerró en un calabozo en espera de que se aviniese a razones. Como no conseguía su propósito, la sometió a diferentes tormentos hasta que quedó exhausta. Pero los intentos de Olibrio de quemarla viva y ahogarla no dieron frutos y entonces decidió decapitarla. Cuando el verdugo cortó su cabeza ésta cayó dando tres saltos en el suelo y diciendo: ¡Creo, creo, creo!... y en aquel lugar surgió una fuente: la de Aguas Santas.
Cuando se celebra la romería, la costumbre es visitar la fuente santa y pedirle un deseo, después visitar O Forno Da Santa, un auténtico crematorio romano donde metieron a Mariña para quemarla viva. También se acude al Baño de Santa Mariña, donde Olibrio quiso ahogarla. Allí hay una pila de piedra excavada en una roca que nunca se seca, siempre tiene agua. El agua tiene propiedades curativas. En las inmediaciones hay un roble antiquísimo, El Carballo de Santa Mariña y bajo su sombra hay una piedra que tiene forma de oído y allí acuden los romeros a curarse la sordera. Merlín dijo: "el agua que el cielo derrama sobre las cavidades de las rocas de los gigantes, cierra las heridas y da la vista a los ojos enfermos"

Laura Cortón
3ºD

La muchacha de la Vera

Se cuenta que por la noche, en los alrededores de las sierras de la Vera, se escuchan ruidos extraños, como gritos de personas. Dicen que hace mucho tiempo, en un pueblo de la Vera, vivía una joven muy hermosa, tan hermosa que todos los hombres se la disputaban. Pero la chica comenzó a agobiarse porque veía que los hombres sólo la querían para mantener relaciones con ella y ya está, y esto hizo que se volviese loca y buscase refugio en la sierra. Las personas del pueblo comenzaron a preocuparse por la tardanza de la joven y mandaron unos chicos a buscarla. Pasó un rato y uno de ellos la vio, pero le sorprendió verla tan hermosa, y al ver que empezaba a seducirle y a hablarle desde lejos, la siguió, creyéndola indefensa. La chica entró en una cueva y el chico detrás, pensando en poder complacer sus deseos; pero se encontró con una criatura loca, llena de odio, que le propinó golpes hasta la muerte. De este modo, cada vez que veía a un joven por los alrededores de la sierra hacía lo mismo. Y por esto se dice que las voces que se oyen por la noche son las voces de los jóvenes que intentan buscar ayuda, pero es algo imposible de conseguir, porque la serrana está ahí y es imposible escapar de ella.

Alicia Romar Regueiro
3ºD

Leyenda Gallega

Las leyendas son historias, relatos que viajan de boca en boca haciendo que miles de niños pierdan el sueño por la noche y desvelando también a muchos adultos. Aquí en Galicia tenemos muchas leyendas populares; una de ellas es la de la Santa Compaña, que es la que explicaré a continuación:
Se dice que la Santa Compaña es una procesión de muertos o ánimas en pena que por la noche (a partir de las doce) recorren errantes los caminos de una parroquia, rezando diversas oraciones.
Van ataviadas con túnicas negras, encapuchadas y descalzas. La procesión va encabezada por un vivo que porta una cruz y un caldero con agua bendita. Se cuenta que esta persona no puede recordar las salidas nocturnas, pero se le reconoce porque, a medida que pasa el tiempo, va perdiendo salud y aumenta su delgadez. Esta persona intenta encontrar a otra para pasarle la cruz y poder librarse así de la maldición.
Los cometidos de la Santa Compaña son acudir a los lugares en los que próximamente se producirá una defunción, recoger las almas de aquellos que en breve tiempo morirán (aquel que ve a las ánimas no vive más de un año), anunciar la muerte de alguien o hacer pagar faltas y pecados...
Hay algunas maneras de protegerse de la Santa Compaña como, por ejemplo, pintar un círculo en el suelo y entrar dentro de él, rezar alguna oración o simplemente hacer como que no ves ni escuchas a las ánimas.
Yo, sinceramente, no creo en este tipo de cosas, pero aún así las respeto: ya se sabe, siempre se tiene miedo a lo desconocido...

Helena Pérez Tato
3º D

O Boy Bruon (El Buey Mugidor)

En una laguna que hay en Reiris, la de Carregal, se pueden oír los bramidos que da un buey que parece estar sumergido en las aguas. En tiempos muy remotos había por allí un palacio real y a su alrededor las casas de los siervos. El rey tenía una hija querida por todos. Un invierno llegó al lugar un Mouro anciano aterido por el frío. La hija del rey se apiadó de él y le dejó entrar a palacio a comer y calentarse. El moro se enamoró de la rapaza y la pidió en matrimonio pero el rey se negó por ser mago e infiel además de viejo y la princesa no quiso saber nada del asunto. El moro se enfadó y se marchó amenazante... En el mismo momento empezó a temblar la tierra y todo el mundo quedó aterrado. Las casas se derrumbaban y las fuentes se desbordaban anegando el terreno. El rey, su hija y sus súbditos cuando huían, vieron al mouro que desde lo alto de un peñasco contemplaba la ruina que había provocado mientras se reía cruelmente. El rey arremetió lanza en ristre contra él. Al verlo, intentó huir pero como no era joven, no podía correr y entonces se transformó en un enorme toro. Aun así el rey le iba dando caza y obligando a que se internara en el pueblo medio anegado. Mientras, la princesa arrojaba sus joyas al agua mientras suplicaba a las buenas hadas: "¡Ayuda os pido! ¡Que ese moro traidor y malvado no salga jamás de las ruinas y las aguas que causó con su maldad y que pene para siempre en el fondo del lago!" El moro intentaba escapar pero no podía salir de las aguas y cada vez se hundía más hasta que desapareció entre ellas. Los habitantes del lugar se asentaron en los alrededores y aún dicen que de las aguas del lago se oye el bramido del toro en algunas ocasiones.

Sandra Dorado Gómez
3-D

A DONIÑA CERVA

En el castillo de Doiras (Municipio de Cervantes) vivía un caballero de nombre Froiza, con dos hijos: Egas y Aldara
El hijo de otro señor de un castillo vecino se enamoró de Aldara. Su amor fue correspondido y, pareciéndole bien a sus padres, la boda se anunció.
Una tarde se echó en falta a Aldara en el castillo. Padre y hermano, criados y escuderos, incluso su enamorado acompañado de su gente, fueron en su busca por montes y bosques, por pallozas y caseríos… después de algunos días de búsquedas infructuosas, dieron por definitiva la perdida de Aldara, imaginándose que algún jabalí o algún oso le habrían dado muerte, o que habría sido devorada por los lobos.
Un día Egas, estando de cacería, divisó una hermosa cierva blanca. Armó su ballesta y de un disparo único y certero acabó con la vida del animal, pero no se había dado cuenta de que era imposible llevarla hasta el castillo por su peso excesivo (o, quizás, porque la nieve dificultaba el transporte), así que cortó la pata delantera de la cierva (para señalar que el animal le pertenecía, o para poder mostrar un trofeo que fuese prueba de su hazaña). Y cuando le fue a enseñar a su padre la pata, contándole el éxito obtenido, horrorizados, vieron como, en lugar de la pata, lo que Egas sacó de la bolsa fue una mano; una mano fina, blanca, suave; una mano de doncella hidalga. Y en uno de los dedos de aquella mano relucía un hermoso anillo de oro en el que lucía una piedra preciosa. Padre e hijo recordaron que aquel era el anillo de la desdichada Aldara.
Con ánimo dolorido corrieron monte arriba, para el lugar en donde Egas había dado muerte a la cierva. Allí encontraron, tendido en el suelo, el cadáver de Aldara, a quién le faltaba una mano.
Algún “mouro” debió encantarla en figura de cierva, y la muerte se encargó de devolverla a su estado natural de doncella. Pero jamás se pudo saber la razón.

Inés Martínez de la Riva Doallo
3ºD


Leyendas gallegas

Cuenta la leyenda que el ilustre Brath tuvo un hijo llamado Breogan. Fundó la ciudad Brigantia ( A Coruña) y el faro de Hércules .
Breogan tuvo diez hijos. Una de ellas llamado Golam, Golam se casó con la hija del rey Reffoln que causó tanta popularidad que el rey le desafió a un duelo. Cuando el rey murió Golam se fue con los suyos hasta Egipto donde le recibió el faraón Nectonebas y lo casó por segunda vez con su hija Scoda. Él permaneció ocho años y tuvo con su esposa dos gemelos .Venció todas las batallas en Bringantia por lo que recibió el nombre de Mil O Miled. Gobernó bastantes años, hasta que una enfermedad acabo con él.


YOUTING SUI LUCIA
2º E

LEYENDAS GALLEGAS

Son leyendas de carácter popular, en las que su sencillez pueden equipararse con su ingenuidad. Son relatos diluidos en el pensamiento, relatos nebulosos, imprecisos, sin completar la relación exacta del hecho histórico o imaginado en determinadas circunstancias que dieron vida a la leyenda .

LA SANTA COMPAÑA
De noche andan las almas en pena guiadas por un ángel enfermo y triste. Cuando amanece, otro ángel hermoso va empujando a las sombras y huyen los malos espíritus.
La Santa Compaña está formada por ánimas que van en dos hileras, envueltas en sudarios, con las manos frías y los pies descalzos. Cada fantasma lleva una luz, pero es invisible, sólo un olor a cera y un ligero viento son las señales de que está pasando la legión de espectros. Al frente va un espectro de mayor tamaño, la Estadea. Algunas veces llevan un ataúd en el que va un familiar del que presencia el paso. Este no tarda en morir. Puede suceder que el que encuentra el paso a altas horas de la noche se vea obligado a seguir al cortejo portando una cruz y un caldero. El acompañante puede transmitir su "empleo" si en una de las excursiones de los difuntos se encuentra con otra persona. Le da la cruz y el caldero y él queda libre mientras que la persona a quien se los ha dado es la que pasa a acompañar a los espectros.
A COVA DO REI CINTOLO
Cuentan que hubo una vez una cueva con encantamientos, tesoros y mouros que los guardaban. Cinuolo gobernaba en tiempos por aquellos lares en una ciudad que se llamaba Bría. Tenía grandes riquezas y una hija muy hermosa que se llamaba Manfada querida por nobles y plebeyos por sus bondades. En Supena, cerca de Mondoñedo está esta cueva. Sus leyendas hablan de fadas, Muchos príncipes y grandes señores acudían a rendir visita al rey por ver si podían casarse con su hija pero Cintuolo no tenía prisa por casarla, ni la princesa por casarse. Sus pretendientes eran hombres rudos que habían ganado su fama y posesiones por la guerra, sublevación o asesinato lo cual no aumentaba su valía a los ojos del rey. Una mañana llegó a Bría un joven conde acompañado de unos pocos escuderos. Entre éstos había jóvenes y viejos para los cuales tenía una palabra amable y todos hablaban bien de este conde. Se hizo simpático a los ojos de la princesa y de su padre. Pero al poco llegó otro cortejo con gran acompañamiento de hombres de armas que acampó en la plaza como si fuera tierra conquistada. El jefe, hombre cruel y ya mayor envió un mensaje perentorio a Cintuolo exigiendo la mano de su hija para el rey Tuba de Oretón añadiendo que si no era atendido asaltaría el castillo. El joven conde se ofreció al rey para luchar contra este energúmeno por el amor de la princesa y confiado en que las boas fadas le ayudasen en su esfuerzo. Pero Tuba era un vedoreiro, un brujo; sabía que no era rival en buena lid del joven conde y reunió a sus consejeros, también brujos, para lanzar un encanto para vengarse de Cintuolo. Hubo un horrísono trueno, un gran estruendo y la ciudad se derrumbó sobre las buenas gentes de Bría. Todos perecieron. El conde, que estaba velando las armas, saltó sobre su caballo y atacó al rey brujo al que atravesó con su espada. Al volver al castillo vio que en su lugar había una gran caverna. Entró en ella y sólo encontró grandes piedras y fantásticas columnas pero Brías había desaparecido. Desde entonces, en la cueva hay un encanto, una princesa rubia que puede ser vista al amanecer por el mortal de corazón limpio que pase por allí. Si puede desencantarla quedará dueño de sus riquezas, pero si falla, será devorado por un monstruo que vive en la cueva.
IES EUSEBIO DA GUARDA

LA TORRE DE HÉRCULES

Hubo un gigante llamado Gerión muy poderoso y fuerte. Obligaba a sus súbditos a entregarle la mitad de sus bienes incluso sus hijos. Llegó a aquellas tierras Hércules y mandaron un enviado para pedirle ayuda. Hércules aceptó la demanda y retó a Gerión a luchar con él. Al cabo de una gran pelea Hércules mató a Gerión. Sobre su cuerpo levantó un gran túmulo que coronó con una gran antorcha. Luego hizo poblar una villa cerca del lugar y mandó que se escribieran los nombres de los que vinieran a poblarla. La primera persona que llegó fue una mujer de nombre Cruña y Hércules decidió que así se llamara la población.

Hugo Poncet Trevín
2º E





O Boy Bruon (El Buey Mugidor)

En una laguna que hay en Reiris, la de Carregal, se pueden oír los bramidos que da un buey que parece estar sumergido en las aguas. En tiempos muy remotos había por allí un palacio real y a su alrededor las casas de los siervos. El rey tenía una hija querida por todos. Un invierno llegó al lugar un Mouro anciano aterido por el frío. La hija del rey se apiadó de él y le dejó entrar a palacio a comer y calentarse. El moro se enamoró de la rapaza y la pidió en matrimonio pero el rey se negó por ser mago e infiel además de viejo y la princesa no quiso saber nada del asunto. El moro se enfadó y se marchó amenazante... En el mismo momento empezó a temblar la tierra y todo el mundo quedó aterrado. Las casas se derrumbaban y las fuentes se desbordaban anegando el terreno. El rey, su hija y sus súbditos cuando huían, vieron al mouro que desde lo alto de un peñasco contemplaba la ruina que había provocado mientras se reía cruelmente. El rey arremetió lanza en ristre contra él. Al verlo, intentó huir pero como no era joven, no podía correr y entonces se transformó en un enorme toro. Aun así el rey le iba dando caza y obligando a que se internara en el pueblo medio anegado. Mientras, la princesa arrojaba sus joyas al agua mientras suplicaba a las buenas hadas: "¡Ayuda os pido! ¡Que ese moro traidor y malvado no salga jamás de las ruinas y las aguas que causó con su maldad y que pene para siempre en el fondo del lago!" El moro intentaba escapar pero no podía salir de las aguas y cada vez se hundía más hasta que desapareció entre ellas. Los habitantes del lugar se asentaron en los alrededores y aún dicen que de las aguas del lago se oye el bramido del toro en algunas ocasiones.
IES Eusebio da Guarda




A LAGOA DE COSPEITO

En Cospeito, hay una laguna que le llaman de los patos, o la laguna de Valverde. En lo alto se levanta la ermita de la Virgen del Monte, que es muy conocida y visitada por la gente de la comarca.
Dicen que en el sitio donde hoy en día está la laguna, había una villa que le llamaban Villa de Valverde, que era muy importante, y que un día pasó por allí un pobre y pidió posada o algún cobertizo donde pasar aquella noche.
Unos dicen que era un pobre hombre que iba por las puertas del mundo, otros que era la mismísima Virgen en persona, pero disfrazada.
El caso es que nadie le dejó un sitio, por lo que se marchó del poblado y se fue a una casita que había en la ladera del monte donde una familia que también era muy pobre le recibió de muy buen grado. Como no tenían apenas que comer, decidieron matar la única ternera que les quedaba para poder darle de cenar al pobre.
Así que cenaron, el pobre ordenó que los huesos grandes los echaran en una cuadra y los huesos pequeños en otra. Y al otro día muy temprano se levantó el pobre y empezó a llamar por el dueño de la casa y le mandó ordeñar las vacas y poner los terneros a mamar.
El dueño siguió durmiendo y no le hizo ningún caso, pero el pobre seguía gritando lo mismo, y el dueño se negaba y le decía: ¿cómo voy a ordeñar las vacas y echar los becerros a mamar, hombre de Dios, si la única ternera que tenía la maté ayer para hacer la cena?
El pobre contestó: Tan cierto es que tienes becerros y vacas como que la villa de Valverde se hundió en las aguas. Con esto, el pobre desapareció y no se le vio más.
El amo y su familia salieron a la puerta y vieron que, tal y como dijera aquel pobre, la Villa de Valverde se había hundido en castigo por lo mal que le habían tratado. Luego fueron a las cuadras y vieron que, en donde habían echado los huesos grandes había vacas y donde habían echado los huesos pequeños había terneras. Se pusieron muy contentos pero en el sitio de la Villa de Valverde, todo era una gran laguna, y en el alto del monte había una capilla con una imagen de la Virgen, que por encontrarse en ese lugar le quedó el nombre de la Virgen del Monte.
Hace algunos años, todavía contaban que en las profundidades de la laguna y cuando venían las sequías del verano, se veían las chimeneas de algunas casas hundidas y también la torre de la Iglesia, y hay quien dice que hasta se oían las campanas de aquella desgraciada Villa de Valverde.
Adrián Raña Amido
3º D

LA CUEVA DEL REY CINTOLO

En Supena, cerca de Mondoñedo está esta cueva. Sus leyendas hablan de fadas, encantos, tesoros y mouros que los guardan. Cintolo gobernaba en tiempos por aquellos lares en una ciudad que se llamaba Bría. Tenía grandes riquezas y una hija muy hermosa que se llamaba Manfada querida por nobles y plebeyos por sus bondades. Muchos príncipes y grandes señores acudían a rendir visita al rey por ver si podían casarse con su hija pero Cintolo no tenía prisa por casarla, ni la princesa por casarse. Sus pretendientes eran hombres rudos que habían ganado su fama y posesiones por la guerra, sublevación o asesinato lo cual no aumentaba su valía a los ojos del rey. Una mañana llegó a Bría un joven conde acompañado de unos pocos escuderos. Entre éstos había jóvenes y viejos para los cuales tenía una palabra amable y todos hablaban bien de este conde. Se hizo simpático a los ojos de la princesa y de su padre. Pero al poco llegó otro cortejo con gran acompañamiento de hombres de armas que acampó en la plaza como si fuera tierra conquistada. El jefe, hombre cruel y ya mayor envió un mensaje perentorio a Cintolo exigiendo la mano de su hija para el rey Tuba de Oretón añadiendo que si no era atendido asaltaría el castillo. El joven conde se ofreció al rey para luchar contra este energúmeno por el amor de la princesa y confiado en que las boas fadas le ayudasen en su esfuerzo. Pero Tuba era un vedoreiro, un brujo; sabía que no era rival en buena lid del joven conde y reunió a sus consejeros, también brujos, para lanzar un encanto para vengarse de Cintolo. Hubo un horrísono trueno, un gran estruendo y la ciudad se derrumbó sobre las buenas gentes de Bría. Todos perecieron. El conde, que estaba velando las armas, saltó sobre su caballo y atacó al rey brujo al que atravesó con su espada. Al volver al castillo vio que en su lugar había una gran caverna. Entró en ella y sólo encontró grandes piedras y fantásticas columnas pero Brías había desaparecido. Desde entonces, en la cueva hay un encanto, una princesa rubia que puede ser vista al amanecer por el mortal de corazón limpio que pase por allí. Si puede desencantarla quedará dueño de sus riquezas, pero si falla, será devorado por un monstruo que vive en la cueva.

Andrea Espiñeira
3º D

LA SANTA COMPAÑA

De noche andan las almas en pena guiadas por un ángel enfermo y triste. Cuando amanece, otro ángel hermoso va empujando a las sombras y huyen los malos espíritus.
La Santa Compaña está formada por ánimas que van en dos hileras, envueltas en sudarios, con las manos frías y los pies descalzos. Cada fantasma lleva una luz, pero es invisible, sólo un olor a cera y un ligero viento son las señales de que está pasando la legión de espectros. Al frente va un espectro de mayor tamaño, la Estadea. Algunas veces llevan un ataúd en el que va un familiar del que presencia el paso. Este no tarda en morir. Puede suceder que el que encuentra el paso a altas horas de la noche se vea obligado a seguir al cortejo portando una cruz y un caldero. El acompañante puede transmitir su "empleo" si en una de las excursiones de los difuntos se encuentra con otra persona. Le da la cruz y el caldero y él queda libre mientras que la persona a quien se los ha dado es la que pasa a acompañar a los espectros.

Iria Gago Paz
3ºD

Leyendas tradicionales gallegas

La Santa Compaña

La Santa Compaña está formada por almas que van en dos hileras, envueltas en sudarios, con las manos frías y los pies descalzos. Cada fantasma lleva una luz, pero es invisible, sólo un olor a cera y un ligero viento son las señales de que está pasando la legión de espectros. Al frente va un espectro de mayor tamaño, la Estadea. Algunas veces llevan un ataúd en el que va un familiar del que presencia el paso. Éste no tarda en morir. Puede suceder que el que encuentra el paso a altas horas de la noche se vea obligado a seguir al cortejo portando una cruz y un caldero. El acompañante puede transmitir su "empleo" si en una de las excursiones de los difuntos se encuentra con otra persona. Le da la cruz y el caldero y él queda libre mientras que la persona a quien se los ha dado es la que pasa a acompañar a los espectros.

Iria Louzán
3º D

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